Estar lleno de uno mismo

Este articulo es en cierta manera una continuación del ultimo del blog,  “alimentar  su energía “.

Vino a consecuencia de una conversación con una persona muy querida quien me  dijo esta semana,  y lo considero como  un gran cumplido, “no necesitas correr en todas direcciones, o trabajar sin fin, porque estás llena de tu misma “.

Escuchar estas palabras me ha dado ganas de decir gracias a mi amigo, y a la vida, porque no siempre ha sido así.

Me acuerdo con precisión de mi misma, una mujer joven que no paraba de correr, trabajando sin descanso, a veces con la sensación de no vivir su  vida. 

Recuerdo con gratitud a mi profesora de Medicina Tradicional China y de qi gong meditación,  Eglantine Oudart, que me  explicaba que este fuego y energía  aparentes que manifestaba, no eran otra cosa que un gran cansancio y una deficiencia. Y tengo que admitir que me negaba a reconocerlo resistiendo con fuerza  a la necesidad de cambiar cosas en mi vida, y más que todo, de cambiar yo misma. 

Recuerdo la primera vez que escuché al Maestro Zen Thich Nhat Hanh; pensaba que todo eso era demasiado fácil, demasiado pueril; necesitaba  grandes cosas intelectuales, discursos sin fin, con la mente saltando como un mono de rama en rama. No podía, no sabía, gozar de la belleza de lo sencillo.

Hasta que poco a poco, con paciencia, y practicando qi gong  meditación,  comencé a mirar más profundamente, a escuchar de verdad, a dejar las horas estirarse, a vivir las estaciones en su momento,  paso a paso. 

Y de esta manera reconecté con la niña que era antes, un niña soñadora, intuitiva, pasando mucho tiempo observando los animales, las nubes, una niña con vitalidad, pero muy tranquila. Una niña que, con la escuela, las obligaciones sociales, los “hay que hacer…”,  había dejado en el pasado y el olvido.

Hoy día me siento feliz, porque creo que la riqueza más grande es vivir el momento  presente, nuestra propia presencia , y la de todo lo que se presenta en nuestra vida.